Creando un contrato de comportamiento con su adolescente

Este artículo fue traducido y adaptado culturalmente por Patricia Pedraza, Dr. Javiera Monardez Popelka y Dr. Maria Veronica Svetaz.

Construya responsabilidad a través de disciplina

Nuestro deber y meta como padres es criar jóvenes responsables, autosuficientes, que tengan autocontrol. Que se conviertan en adultos que harán lo correcto y que sepan diferenciar entre lo que está bien o mal, incluso cuando nadie los esté mirando. Formamos a nuestros adolescentes desde el día en que nacen. Les damos seguridad que proviene del amor, y la capacidad de estar en el mundo a partir de la orientación. Nuestros adolescentes prosperan cuando los disciplinamos de manera sabia.

Una clave para comprender la mejor forma de disciplinar comienza con la palabra «disciplina» en sí misma. Disciplinar significa «enseñar» o «guiar». La disciplina efectiva, desde la niñez, es la que permite que se aprendan a controlar las propias acciones y se desarrolle la motivación para hacer lo correcto.

Sin embargo, disciplinar a los jóvenes no significa controlarlos. Cuando damos órdenes desde un enfoque autoritario, como: “¡Harás lo que te diga! ¡Porque yo lo digo!”, pueden hacer lo que les pedimos a corto plazo, pero no aprenderán lecciones a largo plazo. Cuando castigamos por ira, lo más probable es que se rebelen.

Elabore un plan de disciplina

Debemos construir una alianza con nuestros preadolescentes y adolescentes para elaborar estrategias sobre la mejor manera de ayudarlos a crecer. ¡Debemos incluirlos! Juntos podemos crear un plan paso a paso que proteja su seguridad y desarrolle su creciente sentido de la moralidad, es decir el saber distinguir lo que está bien o mal basado en sus valores. Al hacerlo, la disciplina será más fácil, su relación se fortalecerá y el adolescente apreciará ser parte del proceso. Nunca es demasiado tarde para comenzar esta estrategia, pero podría resultar más efectivo comenzar durante los años de la preadolescencia (de 9 a 11 años); sus pre-adolescentes estarán encantados con el reconocimiento de su creciente madurez.

Desarrollar un plan juntos les ayuda a comprender exactamente por qué se aplican estas reglas. También les muestra que respetamos su necesidad de crecer. Durante la adolescencia, con demasiada frecuencia tendemos a centrarnos en los aspectos negativos y adquirimos hábitos poco saludables, como regaños y amenazas. Tener un plan claro es una buena manera de evitar ciclos de comunicación que no son efectivos. 

Haga una reunión familiar

Puede ser mejor desarrollar un plan cuando se reúnen como familia. Estos encuentros pueden ser en persona o de manera virtual. Este enfoque une a las personas incluso cuando están separadas por la distancia.

Deje en claro a sus adolescentes que desea que trabajen juntos para crear un plan que les permita crecer y adquirir más responsabilidades. Al abordar la conversación de esta manera alienta a los adolescentes a reunirse con una mente abierta. Los encuentros regulares brindan oportunidades para hablar sobre otros temas que fortalecerán a su familia.

Piense en reunirse con la familia regularmente, quizás cada tres meses. Esto da tiempo suficiente para que los adolescentes actúen y demuestren una madurez y responsabilidad que va aumentando. Además, les permite demostrar que están preparados para tener más privilegios.

Prepare a su adolescente

Este proceso es una forma maravillosa de apoyar la capacidad de su adolescente para hablar por sí mismo. Sus adolescentes querrán hacerle saber para qué privilegios están preparados. Sin embargo, deben aprender a considerar cuidadosamente lo que realmente pueden manejar y ser razonables en sus pedidos. Sus adolescentes deben saber que usted sólo aceptará pedidos razonables y que la  mejor opción que ellos tienen es presentar un plan que puedan seguir con éxito. Si cumplen su parte del trato, sabrán que pueden obtener más privilegios, como permisos para salidas, uso de tecnología, etc.  Si no cumplen, sabrán que perderán privilegios hasta que puedan demostrar su responsabilidad.

Elabore un contrato con su adolescente sobre las expectativas de su comportamiento

1. Establezca las metas

Esté preparado para hablar acerca de por qué usted quiere crear un contrato sobre las expectativas de comportamiento con su adolescente, y cuales son sus objetivos. Considere incluir estos conceptos:

  • Usted se siente feliz porque su adolescente está creciendo y su trabajo es asegurarse de que lo hace de una manera prudente y segura.
  • Las reglas provienen del cariño.
  • Usted está invitando a su adolescente a que colabore con usted porque quiere que estén sintonizados, en la misma página.
  • Usted siempre escuchará sus deseos, pero usted será el que decidirá lo que se considera seguro y razonable.

Aliente a sus adolescentes a que también mencionen sus objetivos y razones. Estos podrían ser algo como: “Date cuenta de que estoy creciendo y puedo asumir más cosas”; o, “Permíteme tomar más de mis propias decisiones”.

2. Sea claro en cuanto a lo que no es negociable

Hágales saber claramente lo que nunca entrará en discusión – reglas que nunca cambiarán. Estas reglas están relacionadas con los límites que se han establecido para mantener la seguridad de su adolescente. Los límites que no se pueden traspasar. Por ejemplo, manejar bajo la influencia del alcohol o drogas, ser el acompañante de un conductor bajo la influencia de sustancias. A medida que el contrato cambia, las reglas que no se pueden negociar no lo hacen. Son las reglas básicas que van a continuar independientemente de la evolución del contrato. 

3. Solicitud de privilegios

Deje que sus adolescentes tomen la iniciativa. Los adolescentes pueden expresar qué privilegios creen que pueden asumir, y a su vez, pueden necesitar que los guíen para identificar lo que se considera una solicitud razonable. Algunas posibilidades: 

  • Tiempo frente a la pantalla teléfono/computadora/TV/videojuegos)
  • Horario límite de llegada a casa
  • Permiso para conducir
  • Ir a lugares independientemente
  • Comenzar noviazgos

Es su trabajo determinar si la solicitud es razonable o si va demasiado lejos. Entonces usted puede  guiarlos y marcar límites muy específicos. Vamos a considerar dos ejemplos:

  • Horario de llegada límite: su adolescente de 15 años solicita llegar a las 9:30p.m. los días laborables y a las 11:30p.m. los fines de semana. Usted evalúa si esto es razonable teniendo en cuenta la seguridad de su vecindario por la noche. Usted puede determinar que esto se puede permitir siempre y cuando:
    • Usted sabe dónde está.
    • Completa sus tareas antes de irse.
    • Duerme lo suficiente y se despierta a tiempo para ir a la escuela.
    • Le avisa cuando llega a casa.
    • Entiende cómo usar una palabra clave o algún código si está metido en un problema y necesita de usted. ¡Este punto es muy importante! A veces los jóvenes se encuentran con situaciones inesperadas, fuera de su manejo y de su responsabilidad. Esto puede darles miedo de que sus padres se enojen con ellos cuando en realidad no es su culpa. Es necesario hablar de estas situaciones antes de que esto ocurra. Todos los adolescentes tienen que sentir que en estos casos los papás están ahí para apoyarlos. Establecer una palabra clave les permitirá a ellos comunicarles a ustedes que quieren que los vayan a buscar, sin más preguntas, sin consecuencias para ellos. Esto es lo que hace que se sientan con el apoyo y el espacio necesario para crecer y mantenerse seguros al mismo tiempo.
    • Le llamará o enviará un texto si va a llegar tarde.
  • Privilegios telefónicos: su hija de 11 años le pide tener un teléfono. Este es el momento de establecer reglas muy claras. Reglas que no van a cambiar con el tiempo y que van a reforzar su punto, cuando piensa acerca del crecimiento y la responsabilidad a lo largo de la adolescencia. Sus reglas pueden incluir:
    • Ella tiene que responder a sus textos o llamadas.
    • Usted se reserva el derecho de revisar la actividad telefónica si hiciera falta.
    • Ella activará la función nocturna del teléfono para que el teléfono no interfiera con su sueño. 
    • Ella está de acuerdo en mantener conversaciones periódicas con usted acerca de lo siguiente: la seguridad en internet y auto protección (incluyendo el acoso cibernético), pensar antes de publicar, el impacto duradero del contenido digital y evitar depredadores cibernéticos. 
    • Para estar preparada en caso de una emergencia, siempre tendrá activada la función de rastreo. Usted lo monitoreará periódicamente, pero promete no espiarla.

4. Póngalo por escrito

Escriba todos los puntos que han acordado. Las ideas de los adolescentes deberían estar en un lado y las ideas  de los cuidadores adultos en el otro. Fírmelo y póngale la fecha. Tener un contrato “oficial” claro que se pueda consultar será útil para evitar desacuerdos futuros. A continuación, podrá bajar  un plan en blanco para que lo complete su familia.

Cuando las cosas van bien

El plan funciona mejor cuando los adolescentes mismos eligen los privilegios que pueden asumir, ya que así pueden cumplir fácilmente las expectativas. Pero también pueden aprender mucho si se han excedido. Cuando oyen todo lo que necesitan hacer para mantener ese privilegio, se ven obligados a reflexionar si están o no listos para ello. 

Recuerde a sus adolescentes que cuando demuestren un comportamiento responsable durante 3 meses, usted revisará el contrato y ellos tendrán la oportunidad de solicitar que se amplíen los privilegios. Esto reafirma que hay un beneficio real si se cumplen los compromisos. 

Cuando las cosas no van bien

Algunas veces realmente hay problemas graves, como cuando se rompe una de sus reglas que no son negociables. En esos casos, usted interviene siguiendo todos sus instintos protectores para asegurarse de que su adolescente esté a salvo. 

Pero hay muchos más casos que conllevarán pequeños problemas que derivan de descuidos o de excederse demasiado. Por ejemplo, supongamos que llegaron a casa 20 minutos tarde sin haber avisado o dado una excusa razonable. Usted decide revocar ese privilegio durante un período de tiempo hasta que demuestren responsabilidad durante el tiempo suficiente para ganarlo de nuevo. Usted vuelve a marcar el horario de llegada a una hora que ellos pudieron cumplir con éxito: “Te fue muy bien con un horario de llegada a las 8:45 p.m., así que vas a volver a este horario durante 3 meses”. Modifique la duración de la consecuencia dependiendo de cuánto tiempo falta hasta el siguiente ciclo del contrato y el comportamiento anterior de su adolescente. 

Esto se siente diferente a un castigo. Los castigos, como la prohibición de salir de casa, solo tienen sentido si usted puede demostrarles  que existen peligros reales. El castigar sin salir a un adolescente durante dos semanas por llegar una hora tarde no tendrá ningún sentido para ellos. Se sentirán castigados y controlados y no aprenderán nada, así que no se ha producido una disciplina real. Por otro lado, las consecuencias que están ligadas directamente a su comportamiento tienen sentido. El permitirles regresar a una posición en la que demostraron un comportamiento responsable les ayuda a entender que ellos controlan sus vidas. Aprenden que sus acciones tienen consecuencias. 

Usted es el que mejor conoce a su adolescente

Usted sabe mejor donde crear límites o para cuáles privilegios está listo su adolescente. Todos los jóvenes tienen que tener un incremento de sus privilegios con el tiempo, como una estrategia exitosa para asegurar un desarrollo saludable. ¡Están creciendo! Esto no ocurre de un día para el otro y es una transición. Nuestros límites tienen que reflejar seguridad y respetar nuestros valores. La seguridad es diferente para cada uno. Debe tomar en cuenta el vecindario, el grupo de amigos y las circunstancias familiares. Igualmente, hay que considerar las diferencias individuales. La consideración, el control de los impulsos y la probabilidad de evitar influencias negativas marcan una diferencia en la intensidad de nuestra vigilancia. En todos los casos, ejercemos como padres con una rienda en cada mano. Una rienda se afloja para permitir que sus adolescentes crezcan y la otra está siempre a punto de tensarse en caso de que tengan que alejarles del peligro. 

Esta transición, y este camino no significa falta de respeto. El respeto es muy importante en la cultura latina. Crecer y cometer errores no es una falta de respeto y es necesario que estemos preparados para ver estos errores como parte del crecimiento. A veces no es como hemos sido criados, pero todos aprendemos cosas nuevas de diferentes generaciones y culturas. Los puntos presentados aquí, de saber cual es la mejor manera de apoyar a los jóvenes para que se mantengan saludables y preparados para un futuro exitoso, han sido confirmados por expertos.

Siempre existe la posibilidad de que los adolescentes fallen. El tener un plan previamente acordado detallando cómo ayudarlos a recuperarse y re-encaminarnos  a ser más responsables hará su tarea más fácil. Ellos sabrán exactamente lo que necesitan hacer y lo que usted espera de ellos. La disciplina es una parte necesaria y difícil a la hora de ser padres. El esfuerzo que ponga en crear un contrato le ayudará a guiar a su adolescente.

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Contrato de Responsabilidad

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About Ken Ginsburg

Ken Ginsburg, MD, MSEd, is Founding Director of CPTC and Professor of Pediatrics at Children's Hospital of Philadelphia. He travels the world speaking to parent, professional, and youth audiences and is the author of 5 award-winning parenting books including a multimedia professional toolkit on “Reaching Teens.” CPTC follows his strength-based philosophy and resilience-building model. For more on Dr. Ginsburg visit www.fosteringresilience.com.

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