Conversaciones importantes con Adolescentes

Este artículo fue traducido y adaptado culturalmente por Patricia Pedraza, Dr. Javiera Monardez Popelka y Dr. Maria Veronica Svetaz.
Comenzando conversaciones importantes
Los padres y madres pueden usar cada conversación, desde las informales hasta las más complicadas, para orientar a sus adolescentes. Lograr cualquier objetivo es más sencillo con un plan. Un plan para mejorar la comunicación con los adolescentes comienza teniendo en cuenta dónde, cuándo y cómo abordará las conversaciones importantes. A continuación, hemos resumido consejos claves para una conversación exitosa. Puede guardar una copia para tener disponible como referencia.
- Hable temprano y con frecuencia. Comience a hablar abiertamente, desde temprana edad, tal vez incluso antes de lo que tenía pensado, y a menudo. Esto ayuda al crecimiento de los cerebros en desarrollo y crea vínculos más fuertes y relaciones más saludables desde el principio. Haga que conversar con ellos y ellas sea la norma. Para cuando lleguen a la adolescencia, habrá aprendido lo que le funciona en cuanto a los momentos y lugares ideales para tener conversaciones importantes.
- ¡Conózcase! Si ya tiene una opinión establecida sobre un tema, reconózcalo. Cuestiónese. “¿Es usted la mejor persona para tener esta conversación en este momento?” Cuando nuestros adolescentes saben exactamente lo que vamos a decir, y piensan que no hay espacio para la flexibilidad, es probable que no participen.
- Mantenga la tranquilidad. No dramatice. Si no podemos estar tranquilos, tampoco podemos esperar que nuestros adolescentes lo estén. Si gritamos o reaccionamos de forma exagerada, nuestros adolescentes pueden bloquear la conversación por completo. Escuche, pero no reaccione a menos que esté en riesgo la seguridad de sus jóvenes. Tómese un tiempo para relajarse. Mantenga la moderación. No queremos que nuestros adolescentes sientan que necesitan cuidarnos porque parecemos muy emocionales.
- Observe el tono y las palabras que usa. Evite usar un tono negativo o palabras acusatorias, como “¿Por qué no puedes controlarte?” En cambio, intente usar una afirmación que comience describiendo cómo se siente usted frente a lo que está sucediendo. Por ejemplo: “Me siento frustrado cuando llegas tarde porque sé lo importante que es llegar a tiempo”. Su adolescente estará menos a la defensiva si entiende por qué se siente de cierta manera.
- Escuche y empatice. Es más efectivo escuchar que ofrecer constantemente sugerencias y soluciones. A veces, escuchar requiere práctica. Para una comunicación más abierta y sincera, deje que los adolescentes hablen la mayor parte del tiempo. Luego, dígales que usted comprende que las cosas no siempre son fáciles. Después de todo, usted también fue adolescente en algún momento.
- Converse con los adolescentes en lugar de darles un discurso. Los adolescentes necesitan la aprobación de sus padres y madres. Intente no predicar, juzgar o darles un sermón, especialmente sobre temas importantes. Si se sienten juzgados o menospreciados podrían dar fin a la conversación. Si minimiza lo que sienten o cómo piensan sus adolescentes, la conversación no llegará a ningún lado. Imponer a los adolescentes qué hacer, puede hacerlos sentir que usted no confía en ellos. Puede que sólo escuchen ira, frustración o miedo y por ende pierdan el mensaje. En cambio, deje que sus jóvenes sean los que le indiquen lo que necesitan.
- Elija el ambiente más adecuado para conversar. ¿Cuándo es que sus adolescentes se conectan mejor con usted y hablan más cómodamente? ¿Hablan más en lugares sin distracciones? ¿Se relajan con música o con la televisión de fondo? Conozca qué tipo de ambiente es mejor y más cómodo para apoyar a su adolescente.
- Hable uno a uno y si es posible, uno al lado del otro. Las conversaciones públicas están en la lista de cosas “a evitar”. Sobre todo porque pueden dar lugar a un berrinche en público. Algunos adolescentes prefieren hablar sobre ciertos temas sin que los estén mirando. Intente hablar mientras hacen actividades uno al lado del otro como doblar la ropa, cocinar y hasta practicar algún deporte. A algunos les funciona el entorno del automóvil, pero asegúrese de que no estén presentes otras personas. Además, tenga en cuenta que, según el tema (sexo, por ejemplo), su adolescente podría sentirse atrapado en un automóvil.
- Uno/a a la vez. Si bien los padres y madres a menudo quieren resolver las cosas como familia, a veces puede parecer que están conspirando contra sus adolescentes. Si hay más de una persona criando al adolescente, según el tema, considere la posibilidad de que sólo uno de ellos converse con el joven, pero asegúrese de que todos los cuidadores estén de acuerdo con anticipación.
- Esté presente. Al hablar, esté presente para sus adolescentes. Ignore los teléfonos, cierre las computadoras y evite otras distracciones. Deles toda su atención. Demuéstreles que son su prioridad.
- Haga preguntas sutiles. Para empezar la conversación, intente hacer preguntas menos directas. Va a ser más efectivo decir “¿Qué amigos fueron a la fiesta?” que “¿Había drogas en la fiesta?” Evite jugar al detective o usar un tono acusatorio. Al preguntar sobre cosas aparentemente banales y usar preguntas abiertas, se enterará de más cosas. Intente un “¿Qué pensaste sobre ______?” u otras preguntas para obtener opiniones que pueden llevar a una comunicación más abierta.
Los padres y madres pueden usar cada conversación, desde las informales hasta las más complicadas, para orientar a sus adolescentes.
- Muestre vulnerabilidad. compartir que usted también ha cometido errores puede ayudarle a ganar la confianza de su adolescente. Sea cuidadoso en lo que elige contar. Si habla de una situación en la que puso a prueba su seguridad o sus valores, podría volverse en contra de usted en el futuro. Si es así, prepárese para compartir la lección que aprendió y decir que, si bien todas las personas cometen errores, usted se esfuerza por tomar decisiones seguras y alineadas con sus valores.
- Utilice momentos de enseñanza. A veces, los adolescentes pueden escuchar las cosas con más facilidad cuando no se les confronta directamente sobre su comportamiento o se les hace confesar lo que han hecho. No nos malinterprete: a veces es mejor un enfoque directo, especialmente cuando un adolescente se le acerque para comentarle un problema. Sin embargo, esté atento a las oportunidades que surjan para iniciar conversaciones con su adolescente. Por ejemplo, prestar atención a las cosas que ve mientras va conduciendo, mirar programas o películas juntos y hablar sobre las elecciones que hacen los personajes, o escuchar música y analizar los mensajes, incluyendo los indirectos. Estas ocasiones son ideales para iniciar una conversación donde los valores pueden ser identificados y aclarados.
- Continúen las conversaciones en el futuro. Tenga una conversación continua con los adolescentes. Algunas de las conversaciones más difíciles pueden requerir ser divididas a lo largo del tiempo. Considere enviar un texto con un mensaje positivo para darle seguimiento a la conversación: “Fue muy importante que hayas compartido _______ conmigo. Estoy disponible para cuando quieras hablar”.
Hágalo con intención
Vale la pena ser intencional, es decir, poner todo de su parte, para poder comunicarse con sus jóvenes. Es un área de su vida donde el esfuerzo realmente dará frutos. Sabemos que los adolescentes que tienen una comunicación abierta con adultos que están pendientes, se sienten mejor consigo mismos, es más probable que eviten la presión de los compañeros/as y desarrollan la fortaleza para lidiar con los altos y bajos de la vida.